martes, 21 de octubre de 2014

LA RUTA DEL PISCO


EL PISCO ES MAJEÑO

En el valle de Majes, a 175 kilómetros de Arequipa, se viene experimentando con variedades de uvas que podrían mejorar la producción de vinos y piscos en la región. La experimentación es trabajo de todos los días. El ingeniero agrónomo, especialista en viticultura y enología, Marco Antonio Zúñiga, explica que usan dos hectáreas para perfeccionar sus variedades, las que según cuenta, no existen en otros valles destinados a la producción de pisco. En otras seis hectáreas se hacen estudios para crear nuevos tipos de uvas a través de injertos.


Marco Zúñiga es gerente de vinos y piscos Majes Tradición, y asegura que la calidad de uva y el proceso es clave para elaborar un buen pisco. Actualmente supervisa la producción de 16 hectáreas de vid. "Hemos  traído de Europa una variedad de Italia negra que hemos adaptado y mejorado luego de muchos experimentos. También rescatamos la borgoña majeña, la torontel, entre otras. Estos tipos no figuran en ningún otro valle", asegura.  
Uva Italia negra no se utiliza en la elaboración de Pisco. (Foto: Internet)
 Sostiene que la mayoría de variedades fueron rescatadas de cultivos antiguos de Caravelíy Condesuyos. "Fueron años de trabajo. Estas uvas son aromáticas, y esa es otra clave para que un pisco sea fino", indica.
Son más de 16 variedades de uvas, de las cuales 12 están destinadas para la elaboración del pisco, como la negra criolla, moscatel, Italia, torontel, mollar, entre otras.   
Zúñiga afirmó que buscan crear tipos de uvas con el fin de elaborar otras marcas de piscos. Explica que la fertilidad y el clima cálido todo el año en el valle de Majes, lo convierte en un lugar idóneo para el cultivo.
HERENCIA FAMILIAR
Marco Antonio Zúñiga pertenece a la quinta generación de la familia Zúñiga, que inició desde 1980 la producción del pisco. En ese entonces contaban con la “Viña Las Islas”, que ya no existe. 
Confiesa que la condecoración en el 2011 a piscos y vinos "Majes Tradición" como la mejor marca en piscos a nivel nacional, las tres medallas de oro como mejor pisco acholado, las participaciones en ferias internacionales como París, entre otros, se debe a los estudios y experimentaciones que  realizan.
UNA UVA UN PISCO 
Camino a la bodega, el gerente narra que en el año de 1970 su antepasado don Alfredo Zúñiga Díaz recuperó 13 antiguas variedades de uvas majeñas. Con estos clones se fundó la “Viña del Ocho”. Estas son cultivadas de manera agroecológica con sistema de riego por goteo y bajo la supervisión de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA).

Las cosechas son una  vez al año. Estas se realizan en los meses de febrero y abril. Por hectárea se cosecha aproximadamente entre 15 y 25 mil toneladas de pura fruta. Una botella de pisco de 750 ml. requiere entre seis y siete kilos de uva. ?

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